Hace 10 años, por esta época, comenzó el proceso de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Mientras que unos hablaban de sus bondades, otros temían lo peor para la producción agropecuaria e industrial del país.
Ahora que van 2 años de vigencia del acuerdo, el resultado es que ninguno de los dos bandos tenía la verdad revelada.
Por un lado, la situación de Colombia frente a EE. UU. no ha cambiado de manera significativa, pese a que hay más empresas exportando.
Según Proexport, a diciembre pasado 3.896 firmas del sector no minero sin café, registraron exportaciones a EE. UU., de las cuales 1.609 lo hicieron por primera vez.
Esto no ha sido suficiente para ampliar la participación en el comercio de EE. UU. Colombia representa menos del 1 por ciento de las importaciones del mercado estadounidense, y apenas el 1,2 por ciento de lo que las empresas norteamericanas venden fuera.
Visto desde este lado, un tercio de las ventas colombianas van a ese mercado, y ellos proveen el 26 por ciento de nuestras importaciones, lo cual sí representa una caída en la participación, que alcanzó a rondar el 40 por ciento en ambas vías.
De todas formas, el comercio con EE. UU., que tradicionalmente se inclinaba hacia Colombia, ya completa al menos cuatro meses en déficit.
A pesar de la complejidad del comercio en los últimos años, principalmente por el débil crecimiento de EE. UU., hay quienes han encontrado oportunidades a pesar de los mitos que se tejieron.
Por la complejidad del proceso, se decía que a ese país solo podrían llegar las grandes empresas, que pudieran competir con volúmenes.
En la práctica, otra cosa ha pasado. Según Proexport, más de 658 pymes agrícolas y manufactureras reportaron por primera vez exportaciones mayores a 10.000 dólares tras la entrada en vigencia del TLC.
La cantidad tampoco es determinante, pues “las tendencias del consumidor han llevado al desarrollo de canales especializados creando nichos de mercado, es el caso de vestidos de baño que se exportan desde Antioquia y llegan a boutiques enfocadas en el segmento premium”.
También se decía que las materias primas, el principal producto de exportación del país, no necesitaban de un TLC para vender. Aunque siguen siendo mayoría, lo cierto es que Colombia exporta más de 200 bienes agrícolas y agroindustriales a ese país.
Son más que evidentes las deficiencias del país en competitividad, pero con nichos de mercado y haciendo los ajustes para cumplir con las normas técnicas, algunas confecciones, cosméticos e incluso productos farmacéuticos están ganando peso.
Colombia tenía unas preferencias temporales (Atpdea) para algunos productos, y hubo quienes consideraron que un TLC no sería la diferencia. Los cálculos de Proexport señalan que en 20 meses se vendieron 350 nuevos productos en EE. UU, tanto en manufacturas como en agroindustria.